A destacar de esta época son los famosos vinos de retomo, que viajaban primero a America, para despues volver y, una vez agitados por los océanos que los mejoraban y envejecian mas rapidamente, ser vendidos en los mercados Europeos, a donde eran muy apreciados.
Como huella del explendoroso pasado y reflejo de la riqueza que, durante los siglos XVI y XVII, el comercio del vino con America y Europa promocionaron a la isla de Tenerife, han llegado hasta nuestros dias mobiliarios de lujo y construcciones civiles, religiosas edificadas en estos años, asi como inumerable citas literarias de autores relevantes de la epoca que cantaron a la avanza del Malvasia canario.
Que el Malvasia de Tenerife era considerado uno de los mejores, si no el mejor del mundo, lo prueba que el poeta oficial de la Corte Inglesa, William Shakespeare recibe anualmente como parte de su salario, un barril de este caldo tinerfeño.
Shakespeare se vuelca repetidamente en sus elogios a nuestro Malvasia y se convierte, no solo en su indiscutible paladin, si no e su mayor propagandista. Sus personajes de «El Rey Enrique IV«, «Noche de reyes o como querais» o «Las alegres comadres de Windsor» saborean el «…Canarias, vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre».
Y algo debia de tener ese vino que exaltaba la inspiracion y satisfacia las musas literarias, cuando dan fe tambien de sus preferencias, a traves de sus obras otros muchos autores, como Walter Scott, Alexis, Kuprin, Percy Shelley, John Keats, Goldoni, Góngora, Maine Red y Jose Spillman.
Que el Malvasia de Tenerife era considerado uno de los mejores, si no el mejor del mundo, lo prueba que el poeta oficial de la Corte Inglesa, William Shakespeare recibe anualmente como parte de su salario, un barril de este caldo tinerfeño.
Shakespeare se vuelca repetidamente en sus elogios a nuestro Malvasia y se convierte, no solo en su indiscutible paladin, si no e su mayor propagandista. Sus personajes de «El Rey Enrique IV«, «Noche de reyes o como querais» o «Las alegres comadres de Windsor» saborean el «…Canarias, vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre».
Y algo debia de tener ese vino que exaltaba la inspiracion y satisfacia las musas literarias, cuando dan fe tambien de sus preferencias, a traves de sus obras otros muchos autores, como Walter Scott, Alexis, Kuprin, Percy Shelley, John Keats, Goldoni, Góngora, Maine Red y Jose Spillman.